










Qué tal familia!
Lo cierto es que viendo los termómetros de Santiago de Chile y Burgos a uno le dan ganas de pasarse de un sitio a otro, para probar un poquito de cada lado, es decir playa y nevera. Bueno, aunque tendréis que esperar un poco más para ver el viaje turístico que os tengo preparado por los valles de la familia, sí José Antonio, nuestros valles, y no les digas a nuestras guapas primas que no son nuestros, diles la verdad....., mientras tanto os tendréis que conformar con una hermosa tarde de invierno burgalés. Esta tarde en teoría se despedía el invierno, pero mira por donde le ha dado por recordarnos un día más su presencia, su poderío, su hermosura, y nos ha regalado con una nueva nevada que, a buen seguro, dejará su sitio a una primavera celosa de su blancura inmaculada. ¡Vaya, parece que me pongo romántico!, pero no es para menos después del paseo que hace unas pocas horas he dado por el parque del Castillo. Éste, para los que no lo sepáis, se encuentra en un alto dentro de la misma ciudad, y a dos minutos andando de la casa de Ignacio y mía, por lo que de un salto me he presentado en plena naturaleza.
Las fotos que os adjunto están tomadas desde allí, y reflejan imágenes de la Catedral (al fondo, en una de ellas, se aprecia la estructura del que va a ser nuestro Museo de la Evolución), el entorno del casco antiguo de la ciudad, y paseos que circundan el cerro.
Me alegro de recibir noticias vuestras, y que todo os vaya muy bonito. Os quiero recordar que José Antonio ha sido tio, y no sólo eso, sino que también !va a ser padrino!, de esos que sueltan las pelas los domingos a sus sobrinos, mientras no sean tacañetes, que no es el caso.... Así que ya os leo felicitándole por tan honorable distinción.
Besos a todos y que los chilenos y catalanes se refresquen con estas fotos, a los navarros no les hará falta......
CARLOS